Desde el principio de los tiempos hasta hoy, el hombre ha pensado en Dios. Ha intentado razonar si existe, cómo
es, qué quiere de lo hombres, si les puede o no ayudar, si se lo encontrarán en
una vida posterior, si les pedirá cuentas de sus actos tras la muerte y otras
cuestiones.
Estos pensamientos han dado lugar a una forma de relacionarse con Dios que llamamos
religión. En distintos lugares y épocas han surgido religiones. Algunas ya
han desaparecido, como las religiones romana, griega o egipcia. Otras las
sustituyeron. Sin embargo algunas religiones se mantienen desde épocas muy
remotas de la historia. Este es el caso de la religión cristiana, que hunde sus
raíces en la Alianza que Dios hace con Abraham.
Hasta la llegada de Jesús, nuestra religión era la misma que la judía. En la actualidad, los judíos consideran que Jesús fue un profeta, pero no el Hijo de Dios. Tampoco admiten que haya resucitado. Las enseñanzas de Jesucristo no forman parte de su biblia; para ellos sólo tiene validez el Antiguo Testamento.
Hasta la llegada de Jesús, nuestra religión era la misma que la judía. En la actualidad, los judíos consideran que Jesús fue un profeta, pero no el Hijo de Dios. Tampoco admiten que haya resucitado. Las enseñanzas de Jesucristo no forman parte de su biblia; para ellos sólo tiene validez el Antiguo Testamento.
A su vez, dentro de
la religión cristiana, hay varios grupos que se separaron de la Iglesia fundada
por Jesucristo (Iglesia Católica): son los protestantes, anglicanos, y
otros.
No todas las
religiones son iguales. Los católicos estamos convencidos de que nuestra religión es la única verdadera.
El motivo fundamental es que no es una
religión fundada por un hombre sino por Dios. Jesucristo es el único
fundador de una religión que ha declarado ser Dios; el único que ha hecho
milagros; el único que ha resucitado; el único que ha venido a la tierra para
morir por los hombres; el único que ha dejado los siete sacramentos para darnos
su ayuda (su Gracia); el único que ha elegido unos discípulos a los que dio el
poder de perdonar los pecados. En resumen,
la religión cristiana es una iniciativa de Dios. En las otras religiones,
son los hombres los que se organizan para relacionarse con Dios, del modo que
mejor les parece.